jueves, 27 de agosto de 2015

Palabras


Hay palabras tristes, palabras alegres, palabras bonitas y palabras aburridas. Y luego están esas palabras que lo cambian todo. Palabras que por separado no significan nada pero que juntas pueden cambiarte la vida. Que se dicen después de mucho pensarlo o que te salen solas, casi sin quererlo. Pero que una vez dichas ya no tienen vuelta atrás, y para bien o para mal lo cambian todo. Porque que importancia tiene la palabra quiero si la dices sola, la usamos mil veces al día: quiero ir al cine, quiero esto, quiero lo otro. En cambio, si delante aparece un TE, la cosa cambia. Porque un te quiero no puede dejarte nunca indiferente.


Igual que las palabras hay momentos que te marcan. Momentos que si te paras a pensar en ellos, han supuesto un cambio de rumbo en tu vida. Hay algunos que se ven llegar, como la primera comunión, la graduación del colegio o el día que eres mayor de edad. Pero luego están esos otros que pasan sin avisar, que te encuentras de repente y que sin darte cuenta en menos de un minuto lo cambian todo. Momentos especiales, en los que una sonrisa, o un gesto de alguien a quien quieres pueden hacerte ver la vida de otra manera.

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